miércoles, 13 de julio de 2011

Truchas Pirenaicas

Saludos a todos,

Vuelvo de nuevo a relataros una escapada fluvial, esta vez al Pallars Sobirá, en los Pirineos Leridanos. Los mismos que nos juntamos en Nochevieja en Alcalá del Júcar, decidimos pasar unos días disfrutando de la naturaleza pirenaica.

Respetando el plan de viaje y las actividades previstas, desde rafting hasta trecking por el Parque Nacional de Aigüestortes, reservamos un par de tardes para practicar el deporte que tanto nos gusta, pagamos el correspondiente coto y con unas cuantas cucharillas y moscas fuimos en busca de las suculentas truchas comunes. En esta ocasión, a parte de Javi y un servidor, Manolo también quiso probar suerte, y pese a no contar con el equipo más idóneo demostró que el que es paciente y no desespera obtiene su recompensa.

El primer intento fue en el río, acompañados por Xavi, campeón nacional en alguna modalidad de mosca, quien nos aconsejó e instruyó para que la pesca nos resultase más cómoda y efectiva. Gracias por tu tiempo y consejos.




La tarde no fue todo lo fructífera que esperábamos, solo salió una trucha común con mosca ahogada, pero lo más gratificante fue que recuperamos el "toque" que unos habíamos olvidado y otro estaba por descubrir, tan necesario para lograr engañar a las listas y esquivas truchas. Algunos opinan que la pesca es sólo cuestión de suerte, pero hasta que no le dedicas algo de tiempo, prestas atención al medio y analizas lo que conlleva lanzar un señuelo y que un pez lo ataque no entenderás ni disfrutarás de este arte.


El segundo intento fue en el estanque de la Torrasa, donde dado el elvado número de truchas y su voracidad llegado el ocaso, hizo posible que todos nos fuésemos con alguna captura. Manolo, el principiante, hizo honor al dicho y se cobró las dos mayores piezas, suerte o no, disfrutó como un enano. Todos nos alegramos de que Javi también pescara, ya que nos tuvo en ascuas hasta pasadas als 9 de la noche, menos mal que ahora los días son más largos y pudo conseguir el ansiado trofeo.


Este fue el resultado:





Y estos los culpables:


Experimentando un poco me arriesgué a cocinarlas a la brasa, envueltas en papel de aluminio y con un relleno de cebolla y beicon picado, el resultado fue de chuparse los dedos según los comensales.

Buena pesca a todos.

Y hasta pronto.